Sobre la Evolución Reciente de la Composición de los Paisajes

PENÍNSULA Y BALEARES
La comparación de los repartos de los TUC también refleja una mayor dinámica en el periodo 1956-84 que en el periodo 1984-98.
En términos absolutos, la composición teselar de los paisajes peninsulares y baleares ha mejorado ecológicamente, con crecimiento de los componentes forestales (Bosque y Repoblación) y descenso de los componentes agrícolas y agroforestales (Cultivos y Dehesas).
En el periodo 1956-84 se produjo un crecimiento positivo de los TUC Repoblación y Urbano, mientras que, en general, el TUC Matorral experimentó un crecimiento negativo.
El TUC Cultivo ha decrecido, en general, en los dos periodos, pese a que el proceso de puesta en cultivo de nuevas tierras ocurre en ambos. Lo más probable es que se hayan abandonado cultivos marginales a la vez que se han ido poniendo en cultivo nuevas tierras en las zonas de mayor capacidad agrológica.
El TUC Dehesa decrece, en general, en aquellas zonas donde se presenta, tanto en el 1er periodo como en el 2º.
El TUC Bosque crece en algunos estratos, como los subhúmedos, subáridos calizo y neutro, y áridos neutro y ácido, y decrece en otros como en los húmedos, subárido ácido, árido calizo e hiperáridos. La excepción es el hiperárido neutro que es el único que cambia de tendencia al decrecer en el 1er periodo y crecer en el 2º.
Los TUC Agua y Lítico experimentaron un elevado crecimiento relativo en algunos estratos subáridos, áridos e hiperáridos, durante el segundo periodo, pero siempre dentro de cifras absolutas bajas.
A partir de la comparación de la clasificación de paisajes
 en las tres fechas, se ha encontrado que los cambios de Clase de composición fueron más frecuentes en el periodo 1956-84 que en el periodo 1984-98.
La riqueza de los paisajes creció significativamente en el periodo 1956-84, y ha continuado creciendo en el periodo 1984-98, sí bien en una cuantía menor y no del todo significativa.
La recuperación sílvica de los paisajes por repoblación forestal creció de manera muy importante en el periodo 1956-84, deteniendo su crecimiento en el periodo 1984-98. 
Durante este 2º periodo comienza a detectarse la naturalización de una cierta cantidad de zonas repobladas durante el primero.
La urbanicidad de los paisajes peninsulares y baleares creció de manera muy importante en el periodo 1956-84, no manteniéndose este crecimiento en el periodo 1984-98. El mayor crecimiento se ha localizado en los paisajes hiperáridos de la costa mediterránea y de los valles del Ebro y Guadalquivir.
La distribución geográfica de los cambios nos muestra la existencia de una tendencia a la polarización de los paisajes según su composición en dos grandes tipos:
                           (a) Paisajes intensivos de predominio agrícola con importantes componentes urbanos y escasa presencia forestal.
                           (b) Paisajes extensivos de reducida presencia de componentes agrícolas y/o urbanos y con predominio forestal o agroforestal.
PAISAJES CANARIOS
La riqueza y diversidad del paisaje se ha incrementado ligeramente.
La silvicidad y la urbanicidad se han incrementado, mientras que la agriculturalidad ha disminuido.
No se ha producido ningún cambio de Clase de paisaje a nivel esencial, siendo la estabilidad del 100 % en el periodo 1984-98.
Si se desagregan las Clases en matriciales y no matriciales, la estabilidad es del 75%, ya que se han producido cambios de paisajes matriciales a no matriciales.